Formada por los núcleos de Alcalà de la Jovada y Beniaia, La Vall d’Alcalà es un lugar lleno de historia y naturaleza. Este valle, que conserva huellas de poblados moriscos y rutas históricas, es un destino ideal para los amantes del senderismo y la cultura.

Historia y cultura

La Vall d’Alcalà fue un enclave importante durante la época musulmana, como lo demuestran los restos del Castillo de Alcalà y los poblados moriscos de Queirola, La Roca y Atzuvieta. Jaime I incorporó este valle a su reino, y sus pueblos conservan el encanto de su pasado.

Lugares de interés

• Castillo de Alcalà: Restos de una antigua fortaleza musulmana con vistas espectaculares.
• Iglesia de la Purísima Concepción: Situada tanto en Alcalà de la Jovada como en Beniaia, ambas son símbolos de la historia religiosa de la zona.
• La Nevera de Baix: abastecía de hielo al puerto de Denia.
• Despoblados moriscos: Benialí, Atzuvieta, Queirola y La Roca otros lugares que cuentan historias del pasado.
• Penya Foradà: Icono natural que regala un espectáculo de luz dos veces al año al atravesar sus arcos el sol.

Naturaleza y rutas

El valle ofrece rutas como la que conduce a la Penya Foradà o los senderos que conectan con las antiguas neveras de la zona. Sus paisajes salpicados de cerezos son especialmente hermosos durante la floración. También se puede visitar el Mas de Capaimona y la Nevera de Dalt desde Alcalà de la Jovada.

Gastronomía y fiestas

Las cerezas, protegidas bajo la Indicación Geográfica Protegida de la Montaña de Alicante, son el producto estrella de la Vall. En fiestas, destacan las celebraciones en honor a San Francisco de Paula y la Virgen de los Dolores, que llenan el valle de tradición y alegría.

En su gastronomía típica, destacan los “mintxos”, el “espencat”, “el blat picat” y el arroz al horno.